Este cuento sonoro fue íntegramente creado por los alumnos de cuarto año a partir de la evocación de objetos/situaciones/personajes luego de la escucha de diversos objetos sonoros. Los alumnos buscaron similitudes entre los sonidos escuchados y otras fuentes sonoras cuyo timbre es similar.

El timbre es uno de los atributos o cualidades del sonido que nos permiten identificar la fuente sonora que lo produce: al escuchar un sonido podemos reconocer, sin verlo, si se trata del canto de un pájaro, de una melodía ejecutada por un violín o la voz de alguien conocido. El oído, al entrenarse, nos permite afinar nuestra audición y aumentar nuestro repertorio sonoro y musical y esa es una de las actividades que realizamos durante las clases de música.

Con dichos objetos/situaciones/personajes se realizó una lista y posteriormente se fueron hilando en una historia que, finalmente, fue ilustrada y sonorizada con los objetos sonoros escuchados.